Para las organizaciones Internacionales de la sociedad civil que suscriben este comunicado, la presencia en Colombia de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos y su representante, la señora Juliette de Rivero, ha sido y será clave para el trabajo que realizan en defensa de los derechos humanos y la construcción de la paz. En ese sentido exhortan a las instituciones del Estado y del gobierno, especialmente el que se posesionará el próximo 7 de agosto, a acatar las recomendaciones realizadas por los diferentes organismos y mecanismos internacionales y renovar el mandato de la OACNUDH en el país.
Animamos al cuerpo diplomático, al Sistema de Naciones Unidas y a la Cooperación Internacional presente en Colombia a mantener y fortalecer los rigurosos ejercicios de documentación, asesoría y visibilización de la situación humanitaria y de derechos humanos los cuales son definitivos para la superación definitiva del conflicto en Colombia.