La situación de los defensores y defensoras de derechos humanos colombianos ha sido, durante muchos años, una de las peores del mundo. Desde el inicio oficial de las negociaciones de paz de La Habana (octubre de 2012) entre el Gobierno colombiano y el grupo guerrillero de izquierda, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército de Pueblo (FARC-EP), el número de defensores y defensoras de derechos humanos (DDH) asesinados anualmente ha aumentado año tras año manteniéndose como el más alto del mundo durante el 2015.
Los defensores y defensoras más atacados estuvieron trabajando por las víctimas, la tierra y el medioambiente; recientemente, han aumentado los ataques contra aquellos involucrados en el activismo por la paz y el liderazgo político. Los DDH rurales han sufrido asesinatos y ataques desproporcionadamente.
La información contenida en este informe viene de entrevistas y conversaciones con los socios locales de los miembros de ABColombia, así como de otras ONG colombianas y algunas organizaciones intergubernamentales que trabajan sobre el terreno, en Colombia. Los modelos de autoprotección presentados en este informe son los que los socios de los miembros de ABColombia han desarrollado.